Sus interiores
Los interiores han acusado de buenas maneras el paso del tiempo en cuanto a su diseño. El más atractivo –visualmente hablando- es el del 147, los materiales son de mejor calidad y en líneas generales tiene un muy buen aspecto. Tan sólo deberían mejorar ciertos detalles del terminado, ajustes y ciertos remates, desde luego nada alarmante. Otros detalles como el tacto de la tapa de la guantera -cuando la abrimos- tampoco nos convencieron. Todos los mandos se manejan correctamente y no presenta mayores pegas. El volante es muy ergonómico, tiene un buen tacto y presenta una fabricación notable.
En cuanto a los asientos de ambos modelos, ninguno nos terminó de convencer y el conductor que busque unos asientos de aire deportivo, mejor que se olvide. Los del Alfa no nos parecieron demasiado ergonómicos y no terminamos de cogerles la postura ideal por mucho que tocáramos los tiradores de los reglajes, aún así, nos gustó la postura que tomábamos al volante. En el Stilo la banqueta no contaba con la sujeción deseada, además el ajuste en altura sólo afectaba a la banqueta, y está situación afectaba a la postura final, ya que no se respetaba las formas ergonómicas del respaldo.
1.9 JTD 16v M-Jet
Los protagonistas de nuestra prueba portan un mismo corazón, el 1.9 JTD 16v M-Jet. Aunque el Alfa tiene el privilegio de incorporar la última evolución con 150 cv de la mecánica italiana. El protagonista en cuestión se trata de un “4 cilindros en línea” con diámetro de 82 milímetros y carrera de 90,4 mm, capaz de suministrar una potencia de 150 cv (110 kW) a 4000 r.p.m. y un par de 305 Nm (31 kgm) a 2000 r.p.m.
Los protagonistas de nuestra prueba portan un mismo corazón, el 1.9 JTD 16v M-Jet. Aunque el Alfa tiene el privilegio de incorporar la última evolución con 150 cv de la mecánica italiana. El protagonista en cuestión se trata de un “4 cilindros en línea” con diámetro de 82 milímetros y carrera de 90,4 mm, capaz de suministrar una potencia de 150 cv (110 kW) a 4000 r.p.m. y un par de 305 Nm (31 kgm) a 2000 r.p.m.
Esta evolución de 150 cv ha sido objeto de diversas intervenciones técnicas a fin de aumentar las prestaciones, el par motor a bajo régimen y la reducción del ruido y de las vibraciones. Para ello el sistema “Common Rail” adoptado por el 1.9 JTD 16v M-Jet prevé dos nuevas estrategias de control automático de las regulaciones y de la proporción de gasóleo inyectado. El interior está bien aislado, aunque se perciben vibraciones al ralentí.
140 CV para el Stilo
El Stilo se tiene que conformar con la versión de 140 cv con 8 válvulas. Rinde 140 cv a 4000 rpm y 31 mkg a 2.000 rpm. Sin que existan grandes diferencias mecánicas nos decantamos por los 150 cv del alfa, ya que se consiguen mejores prestaciones, funcionamiento y economía de uso, pero en cualquier caso no existen grandes diferencias. En ambos modelos el funcionamiento del motor es suave y agradable. Igualmente comparten un cambio de seis velocidades con un buen escalonamiento y con un tacto correcto pero que tiene sus limitaciones cuando lo manejamos con rapidez.
El Stilo se tiene que conformar con la versión de 140 cv con 8 válvulas. Rinde 140 cv a 4000 rpm y 31 mkg a 2.000 rpm. Sin que existan grandes diferencias mecánicas nos decantamos por los 150 cv del alfa, ya que se consiguen mejores prestaciones, funcionamiento y economía de uso, pero en cualquier caso no existen grandes diferencias. En ambos modelos el funcionamiento del motor es suave y agradable. Igualmente comparten un cambio de seis velocidades con un buen escalonamiento y con un tacto correcto pero que tiene sus limitaciones cuando lo manejamos con rapidez.
En el apartado de las prestaciones sale ganando por muy poco el Alfa, los diez caballos extra le permiten obtener una velocidad punta de 208 km/h y una aceleración de 0 a 100 Km/h de 8.8 s. El Stilo es prácticamente un segundo mas lento acelerando de 0 a 100 K/h (9,7 s) y consigue una punta de 203 Km/h. La diferencia de peso entre ambos modelos es de cinco Kg.
Los consumos son más ajustados en el Alfa que en el Fiat. La diferencia entre ambos es de prácticamente medio litro en todo tipo de circunstancias. El gasto se sitúa entre 6 y 10 litros dependiendo del uso que hagamos por carretera. En ciudad podemos obtener un gasto medio de 7 litros.
Más confortables que eficacesEl comportamiento dinámico de ambos modelos no hace honor a la estética “deportiva” que exhiben –sobre todo en el Stilo-. El comportamiento de los dos modelos italianos es prácticamente idéntico. Los dos presentan unas suspensiones blandas y de largo recorrido que se traducen en generosos balanceos, con un tiempo de respuesta más bien lento. Su paso por curva es mejor de lo esperado. En cuanto la carrocería encuentra el apoyo, mantienen la línea sin mayores problemas, aunque su subviraje natural nos ponga limitaciones.
En cualquier caso los dos son confortables y sus reacciones al límite son muy predecibles y no llegan a ponernos en apuros. Si tuviéramos que elegir uno de los dos, nos quedaríamos con el Alfa sin dudarlo, porque tiene una dirección más directa y con mejor tacto. La del Fiat es bastante lenta y artificial, no comunica demasiado, aunque su modalidad City es agrade cuando tenemos que aparcar y maniobrar.
Recordemos que la dirección del Stilo cuenta con dos modalidades de asistencia denominadas “City” y normal. Se trata del sistema de dirección asistida dotado de dos lógicas de funcionamiento y utiliza la potencia generada por un motor eléctrico en vez de la potencia generada por una bomba hidráulica empujada directamente por el motor.
Para accionar la modalidad “City”, basta con pulsar una tecla situada en el centro del salpicadero. Si se superan los 70 km/h recupera el grado de asistencia normal.
4.000 € tienen la culpaCuando hablamos de dinero y de equipamiento, el modelo que se impone, es el Fiat. De serie ofrece los airbags de cortina y el sistema ESP, además del climatizador automático dual, el equipo Hi-Fi con lector de CDs (incluidos los archivos MP3) y los mandos de la radio incorporados en el volante. El Alfa Romeo cuenta con un equipamiento similar pero con un precio claramente más elevado.