El Alfa Romeo GT estrena un diferencial autobloqueante delantero (denominado Q2) que mantiene e implementa todos los puntos de fuerza de una tracción delantera. Además, asegura algunas ventajas propias de una tracción integral, pero con un peso y un coste inferiores.

A continuación mostramos dos ejemplos prácticos sobre el funcionamiento del sistema Q2:
Primer caso: comportamiento en curva
Recorriendo una curva en condiciones de poca adherencia (carretera mojada, nevada, barro, etc.) o conduciendo de forma deportiva, a menudo nos encontramos ante una situación de pérdida de adherencia de la rueda interior, debido al hecho de que el diferencial reparte el par a la rueda más “descargada” y lo resta a la exterior que, al recibir el peso añadido del balanceo del automóvil, podría sufrir un fricción total más elevada.
Recorriendo una curva en condiciones de poca adherencia (carretera mojada, nevada, barro, etc.) o conduciendo de forma deportiva, a menudo nos encontramos ante una situación de pérdida de adherencia de la rueda interior, debido al hecho de que el diferencial reparte el par a la rueda más “descargada” y lo resta a la exterior que, al recibir el peso añadido del balanceo del automóvil, podría sufrir un fricción total más elevada.
En esta situación se pueden obtener dos respuestas diferentes en función del equipamiento. De hecho, en un modelo sin ASR – VDC, el resultado percibido es un deslizamiento de la rueda interior, una pérdida de control del vehículo (fuerte subviraje) y la falta de aceleración en la salida de la curva. Si por el contrario, el automóvil está equipado con ASR – VDC, la intervención de los sistemas de asistencia a la conducción restan potencia al motor, interviniendo sobre la válvula de mariposa, haciendo realmente imposible la modulación del acelerador y creando una desagradable sensación de descenso de la potencia y de interacción con el automóvil.
¿Qué sucede con el sistema Q2?
En el momento en el que la rueda interior empieza a perder adherencia, el par se transmite parcialmente hacia la rueda exterior, garantizando un subviraje menor, una mayor estabilidad, mayor velocidad de recorrido de la curva y una intervención de los sistemas electrónicos menos frecuentes e invasores.
En el momento en el que la rueda interior empieza a perder adherencia, el par se transmite parcialmente hacia la rueda exterior, garantizando un subviraje menor, una mayor estabilidad, mayor velocidad de recorrido de la curva y una intervención de los sistemas electrónicos menos frecuentes e invasores.
Segundo caso: terrenos con poca adherencia
Cuando se conduce en terrenos con condiciones de baja adherencia, a menudo las ruedas motrices están en condiciones de motricidad distinta. Por ejemplo, recorriendo una carretera después de una nevada o después de una lluvia intensa, una rueda se encuentra en el margen de la vía, en contacto directo con los restos de nieve, mientras que la otra se encuentra en una zona limpia y seca. Es en estas condiciones concretas, una arrancada o una fuerte aceleración pueden llevar al deslizamiento de la rueda con condiciones críticas de fricción, con fuertes reacciones en el volante, un arranque inadecuado y la necesidad de realizar continuas correcciones con el volante para mantener la trayectoria.
Cuando se conduce en terrenos con condiciones de baja adherencia, a menudo las ruedas motrices están en condiciones de motricidad distinta. Por ejemplo, recorriendo una carretera después de una nevada o después de una lluvia intensa, una rueda se encuentra en el margen de la vía, en contacto directo con los restos de nieve, mientras que la otra se encuentra en una zona limpia y seca. Es en estas condiciones concretas, una arrancada o una fuerte aceleración pueden llevar al deslizamiento de la rueda con condiciones críticas de fricción, con fuertes reacciones en el volante, un arranque inadecuado y la necesidad de realizar continuas correcciones con el volante para mantener la trayectoria.
¿Qué sucede con el sistema Q2?
Los efectos negativos se contrastan gracias a la transferencia progresiva del par hacia la rueda que puede disfrutar de un mayor coeficiente de fricción, haciendo más sencillo, por ejemplo, el arranque en subida en una carretera de montaña, y más segura y confortable la conducción por tramos de carretera con condiciones variables del firme de la carretera.
Los efectos negativos se contrastan gracias a la transferencia progresiva del par hacia la rueda que puede disfrutar de un mayor coeficiente de fricción, haciendo más sencillo, por ejemplo, el arranque en subida en una carretera de montaña, y más segura y confortable la conducción por tramos de carretera con condiciones variables del firme de la carretera.