viernes, 18 de noviembre de 2011

Audi A3 Sportback 3.2 Quattro vs Renault Megane RS

Esta semana decidimos enfrentar a dos compactos familiares. A primera vista no tienen mucho que ver, aunque en el fondo se parecen más de lo que se pueda creer en un principio. Ambos cuentan con una carrocería de cinco puertas, pero en cuanto a su aspecto, el Mégane RS se viste con un mono de carreras mientras que el A3 presenta un elegante traje que impone respeto cuando circula por carretera.
Audi A3 Sportback 3.2 quattro DSG Ambition VS Renault Megane RSDiferencias estéticas
Estéticamente el Mégane presenta una imagen muy racing, pero a la vez comedida. Lo primero que nos llama la atención cuando observamos el Mégane RS es el excelente trabajo que se ha realizado sobre la carrocería con la firma de Renault Sport. Una ancha rejilla de entrada de aire en el borde de ataque delantero sugiere ya que nos encontramos ante un vehículo de altas prestaciones, en el que los faros adicionales delanteros se han situado en el extremo del paragolpes. El trasero se ha recortado en torno a una doble salida de escape. Un discreto spoiler integral en la parte alta del portón trasero remata una excelente faena. Las atractivas llantas de 18 pulgadas rellenan los pasos de rueda y muestran las pinzas marca brembo.
El A3 es mucho más discreto, esconde muy bien todo su poderío y “deportividad”. Su frontal agresivo y la carrocería rebajada en altura son los detalles más racing del compacto Alemán.
Audi A3 Sportback 3.2 quattro DSG Ambition VS Renault Megane RSSobriedad en sus interiores
Interiormente seguimos encontrándonos con ciertas diferencias. En el A3 disfrutamos de un interior de mayor calidad, mejores acabados y una mayor discreción. En el Megane RS no nos vamos a encontrar el interior más racing del mercado, pero si que tiene algún detalle mas que en el A3. Salvo el volante de cuero, los pedales y reposa-pie de aluminio y en el tratamiento gráfico de los bordes de los indicadores de la instrumentación el resto es igual que los Mégane convencionales con elequipamiento más alto.
El puesto de conducción del Sportback es mucho más cómodo y adaptable que el del Mégane. En el modelo alemán podemos ir en una posición bastante baja, si así lo deseamos. En el Mégane nos obliga a situarnos de forma sobreelevada, su posición natural es mucho más alta.
Mecánicamente también existen ciertas diferencias y 25 caballos de margen. El A3 adopta un motor de seis cilindros en V y 3,2 litros de 250 cv que proporciona un amplio intervalo de par, cuyo valor máximo de 320 Nm está disponible entre 2.500 y 3.000 rpm. Su funcionamiento es muy agradable, progresivo y constante, todo va como la seda en el modelo alemán.
El Megane RS adopta un motor 2.0 16v turbo alimentado de 225 cv medidos a 5.500 vueltas con una entrega de par motor máximo de 300 Nm (30,6 mKg) a 3.000 vueltas. Es una mecánica muy agradecida y utilizable en toda su franja de vida. El 90% del par motor se encuentra disponible entre las 2.000 y las 6.000 vueltas, sin duda un dato que nos explica con claridad el excelente aprovechamiento de éste 2 litros. Tiene garra y fuerza pero no llega a ser tan redondo como el V6 del Sportback.
Audi A3 Sportback 3.2 quattro DSG Ambition VS Renault Megane RSDiferentes cambios
En cuanto a las cajas de cambio el A3 presenta el conocido cambio manual automatizado DSG. El control integrado en el cambio proporciona constantemente la estrategia óptima de cambio, lo que garantiza transiciones muy rápidas, cómodas y fluidas. Al mismo tiempo, podemos cambiar marchas mediante la palanca selectora situada en la corredera de cambio manual o bien, como los pilotos de carreras, utilizando las levas que se encuentran en la parte posterior del volante. Es bastante rápido para subir marchas pero no lo es tanto en las reducciones, en este sentido le resta deportividad a la hora de utilizar el cambio con rapidez.
El cambio del Mégane RS es bastante más modesto, presenta una caja de velocidades de 6 marchas de selección manual desarrollada por Nissan. Posee un buen escalonamiento en todas las relaciones y una sexta que nos sirve de desahogo cuando abordamos autovías y autopistas. Su mayor pega se encuentra en el manejo, los recorridos son largos y su guiado podía ser mucho mejor. Su tacto es mejorable, ya que presenta una sensación de fragilidad que no va muy acorde con la filosofía de un vehículo de estas características.
Más dinamismo en el A3
Dinámicamente hablando, el A3 transmite casi tanta o más “deportividad” que el modelo francés. La suspensión es bastante firme, la dirección precisa y los frenos bastante eficaces. Su paso por curva en zonas rápidas es muy rápido, siempre se encuentra aplomado y la sensación es tranquilizadora en todo momento. En las zonas lentas tiende a ser algo más morrón de lo deseado.
En la otra cara de la moneda el Mégane RS, su comportamiento no es tan dinámico, es más subvirador y menos eficaz que el A3. Las suspensiones son firmes con un notable filtrado y algo más confortables que las del modelo alemán. Su paso por curva no es muy rápido –es bastante subvirador- aunque tiene un tren trasero que siempre intenta cerrar la trayectoria y que es fácil de descolocar aunque está muy vigilado por el control de estabilidad.
Audi A3 Sportback 3.2 quattro DSG Ambition VS Renault Megane RSLos parámetros de asistencia de la dirección eléctrica del Mégane RS han sido recalibrados teniendo en cuenta una inmediata respuesta a cualquier movimiento del volante. Su funcionamiento sigue sin convencernos, no transmite nada y la comunicación entre conductor-dirección-asfalto es muy deficiente. En apoyos fuertes da la sensación de hacer continuos cambios de asistencia muy extraños además de producirse ciertos rebotes un tanto desconcertantes. La calibración del punto medio (línea recta) y la respuesta del volante después de cualquier giro es más lento y torpe que el resto de gama. Por su parte la dirección del A3 es precisa, agradable y transmite muy buenas sensaciones.
Por precio, equipamiento y maletero el vencedor es el Mégane RS, mientras el Audi ofrece una mayor calidad de fabricación y es más espacioso. En el apartado dinámico el A3 es más dinámico y eficaz –aunque sea 115 kg más pesado- , mientras que el Mégane tiene un aspecto más racing que no llega a trasladarse en carretera.